Durante los seis meses que llevo viviendo en Nairobi, muchos keniatas me han explicado con orgullo que Nairobi tiene mucha más infraestructura que Addis Abeba porque tiene una clase media mucho más numerosa en comparación con la capital etíope.
En 2018, el promedio de crecimiento anual de la economía de Etiopía fue del 9,9%. Aunque este crecimiento ha disminuido en el último año, sigue siendo el doble de la media anual de África, que es sólo del 4% del PIB.