Durante la celebración de la asamblea telemática de socios y socias de AFNE el pasado 20 de junio pudimos conectar con Lourdes Larruy, responsable del centro maternoinfantil de Muketuri, para que nos explicara en primera persona cómo está funcionando el proyecto y sobre todo como están viviendo esta pandemia que también les está afectando.
Lourdes destacó que la afectación a nivel sanitario es más baja en relación a la población total de Etiopía pero, en cambio, las consecuencias económicas de la pandemia son muy duras.
Hay muchas familias que se han quedado sin trabajo y sin ingresos, entre estas, muchas madres solteras que trabajan en casas de otras familias o lavando ropa, haciendo injera… Como ahora estas familias están en casa sin trabajo ya no necesitan sus servicios y se han quedado sin los pocos ingresos que tenían. En general, Lourdes afirma que la población semiurbana lo está pasando peor que la población rural de Etiopía.
En cuanto al centro maternoinfantil, ya hace muchas semanas que tuvo que cerrar, debido a la situación sanitaria, pero ella y todo su equipo han seguido trabajando para la comunidad. Han realizado talleres de elaborar jabón y de confección de mascarillas, para que la población pueda protegerse del virus. Y, sobre todo, realizan una tarea importantísima repartiendo semanalmente paquetes de alimentos básicos para las familias más vulnerables. De este modo, los niños y niñas del centro pueden seguir manteniendo una alimentación ya que, sin esta ayuda, no seria posible. Se inicio con una lista de unas 40 familias, actualmente ya son más de 90 -y cada semana aumentan- y no pueden repartir a todas las familias que lo necesitan.
Lourdes también explicó que las maestras del centro están muy involucradas con el proyecto y, de hecho, son ellas las que cada martes van al centro a hacer el reparto. Y también han comenzado a preparar deberes para los niños y niñas -que entregan junto con los paquetes de alimentos- para que puedan seguir estudiando en casa y no pierdan los hábitos y conocimientos adquiridos.
También destaca que cuentan con la colaboración de un grupo de jóvenes etíopes voluntarios, ex alumnos del centro, que ayudan a preparar los paquetes de alimentos. Muchos de estos jóvenes son universitarios que ahora no tienen clases. Normalmente, cada paquete está valorado en unos 6 euros e incluye legumbres, harina o pasta, patatas, jabón, leche y huevos.
Las familias del centro han aceptado pagar el 50% de la pequeña cuota con la que colaboran mientras esté cerrando para poder mantenerlo en funcionamiento y poder pagar los sueldos de las maestras y de los trabajadores, que se encargan de cuidar el huerto, las vacas… Y es que, socialmente, la tarea que realizan desde el centro es muy valorada e incluso, en época de matriculaciones, hay largas colas y las familias duermen en la calle para poder inscribirse y mantener la plaza que tanto cuesta conseguir (realizan un sorteo para las nuevas inscripciones).
Con toda esta crisis del coronavirus, las familias les han mostrado su agradecimiento porque ella y todo su equipo se hayan quedado en Muketuri y hayan mantenido la actividad en lugar de marcharse con sus familias o a sus países de origen. Y ella, al mismo tiempo, nos agradece los donativos que reciben trimestralmente desde AFNE y que les ayudan a seguir adelante con este proyecto y su labor.
Si queréis colaborar, podéis hacer vuestro donativo* a la cuenta:
ES29 2100 0826 7102 0055 5738 (Caixabank)
* Como asociación de utilidad pública es posible aplicar una deducción de hasta un 80%, de este importe, en la declaración de renta. Indicar en el ingreso o transferencia su nombre completo, código postal y NIF.