“La educación, la alimentación y tener una familia es básico para garantizar los derechos de los niños”

Os compartimos una entrevista a Oriol González, socio y miembro de la junta de AFNE, que el viernes 4 de diciembre salió publicada en el portal Xarxanet. Os invitamos a leerla para conocer un poco más nuestra asociación y nuestros objetivos, tanto aquí como en Etiopía.

 

“La educación, la alimentación y tener una familia es básico para garantizar los derechos de los niños”

 

¿Qué es AFNE?

AFNE es una asociación de familias adoptivas de niños y niñas de Etiopía que nació en 2003 en Barcelona. Tenemos dos objetivos principales. El primero es la cooperación con Etiopía, principalmente con apoyo económico en proyectos relacionados directamente con la infancia del país.

El segundo objetivo es ofrecer atención y apoyo a familias adoptantes en aspectos como la organización de encuentros, talleres de acompañamiento post adoptivo, charlas, mesas redondas, asesoramiento personalizado, búsqueda de orígenes, clases de amárico y difusión de la cultura etíope, entre otros.

¿Qué proyecto desarrolláis en Etiopía?

El proyecto de cooperación que tenemos se basa en la cofinanciación y financiación que hacemos a un centro maternoinfantil en la población de Muketuri, al norte de la capital. Este centro hace dos cosas. Por un lado, acoge a niños de esta población durante el día y les proporciona escolarización y alimentación, con una o dos comidas en este centro.

Por otra parte, acoge madres y parte de la familia de estos niños y les proporciona herramientas para ayudarles en su desarrollo y que alcancen una autonomía. Los ayudamos enseñándoles a construir pozos de agua o cultivar su propio huerto, entre otras cosas.

¿Cómo lucháis para que no se vulneren los derechos de estos niños?

Garantizando la educación y la alimentación de estos niños. Creo que son elementos clave para cubrir sus derechos básicos. Además, damos las herramientas necesarias a las familias para que puedan salir adelante de forma independiente y se puedan valer por sí mismas con unas condiciones dignas. Al final, el objetivo del proyecto es el bienestar de los niños y que sus derechos estén cubiertos y respetados.

¿Cuáles son los elementos clave para que estos niños puedan tener una infancia digna?

Tener una infancia digna pasa por tener a alguien que te quiera, te proteja y te cuide. Tener una familia o un referente adulto que cubra necesidades básicas y que tengas un vínculo emocional o sentimental. Una vez cubiertas las necesidades básicas y afectivas, se debería garantizar el derecho a la educación.

En Etiopía, el concepto de la familia lo tienen muy instaurado. Es muy diferente al nuestro, de familia más extensa con abuelos, tíos, primos… Todos cuidan a los niños. Donde hay más carencias es en la posibilidad de proporcionar lo que necesitan para cubrir las necesidades básicas y es aquí donde incidimos más.

¿Cómo está afectando la actual crisis sanitaria a los niños de Etiopía?

Con las restricciones y con la incidencia del virus pues afecta el desarrollo de la población. Tienen menos recursos para hacer prevención y tratamiento en el caso de que haya positivos o que contraigan la enfermedad y es más difícil de controlar y aislar.

¿Cómo os ha afectado la actual guerra que está viviendo el país?

Nos entristece mucho la situación y no es fácil vivirlo desde aquí con el vínculo que tenemos con Etiopía. Con este tipo de conflictos, los niños siempre son uno de los colectivos más perjudicados. Además, las informaciones que llegan no son completas o no son suficientemente contrastadas, no por mala intención, sino que los recursos y medios de comunicación del país no permiten que llegue más información. Nos invade un sentimiento de tristeza, de angustia y preocupación y esperamos que acabe lo antes posible.

¿Se puede sacar alguna conclusión positiva al respecto?

Lo único positivo es que en África se hace mucha vida al aire libre, lo que hace que no se propague tanto el virus. Pero los recursos y la riqueza del país son los que son, escasos y muy bajos y esto también hace que la posibilidad de prevenir con mascarillas o geles hidroalcohólicos no exista y que cuando se dan casos el tratamiento sea mínimo.

¿Cómo se plantea el futuro de la entidad?

Este año está siendo complicado para todos. Estábamos acostumbrados a tener mucha actividad con las socias. A hacer charlas o acompañar a las familias en actividades más lúdicas. Ahora, la mayoría de estas cosas o no las podemos hacer o las hacemos de forma telemática, que no es la forma en que nos gusta hacerlo.

Por otro lado, la crisis económica que está saliendo de la crisis sanitaria está haciendo que mucha gente se replantee a que dedicar el dinero y que cancelen la aportación a AFNE. Esto nos está afectando porque merman los ingresos y la aportación a este centro maternoinfantil podría verse disminuido. Desde la asociación estamos buscando la manera para mantener la red y los vínculos tejidos durante todo estos años, para poder seguir haciendo nuestra labor y luchar para garantizar los derechos de los niños.