Empezamos un nuevo curso compartiendo el relato que nos han hecho llegar las familias de Haile y Girum, dos etíopes de Madrid, que este verano realizaron el viaje de retorno a Etiopía. ¡Una lectura muy recomendable!
Nuestro viaje a Etiopía – Girum y Haile
Este viaje comenzó hace unos años cuando nuestros hijos empezaron a preguntarse si tendrían hermanos en Etiopía, y siguió con unas colonias de verano de AFNE, y continuó con todas las familias que conocimos ahí y…un día a principios de este año creímos que había llegado el momento de volar otra vez, esta vez en un viaje de retorno, 12 años después, con nuestros hijos Haile y Girum.
Viajar con nuestros hijos a Etiopía para descubrir y conocer con ellos su país de origen es la mayor aventura que hemos emprendido después de la adopción. Ha sido una experiencia en todos los sentidos, física, emocional y algo más profundo, a lo que todavía no conseguimos poner nombre. Partimos con muchas ganas, llenos de curiosidad, entusiasmo… y muchas dudas e incertidumbres.
A la vuelta de un mes, ya en casa y habiendo reposado un poco el viaje, nos damos cuenta de que ha sido dar un gran paso hacia delante, ha sido un paso entre otras cosas en nuestra relación madre-hijo, un paso que nos ayudará mucho en el futuro. Nunca hemos tenido dudas sobre nuestros lazos pero después de este viaje se han hecho más fuertes, no hay fisuras. Y lo más importante, observamos a nuestros hijos y sentimos que han vuelto más seguros de si mismos, tranquilos y sonriendo.
Ha sido un viaje donde hemos reído, nos hemos emocionado, pasado nervios, discutido, bailado, cantado, nos hemos calado hasta los huesos, nos hemos comprendido mucho más y sobretodo nos hemos querido. Ha sido genial. Hemos tenido la suerte de hacer el viaje las dos familias, las madres tenemos un vínculo especial desde que nos conocimos en AFNE, saber que la otra persona te entiende y está viviendo lo mismo hace todo más sencillo. Además, viajar con nuestros nuevos integrantes de la familia, nos ha permitido conocernos más profundamente, y tener su compañía y apoyo ha sido muy importante. También ha sido un privilegio para ellos, porque les ha reafirmado un vínculo muy especial con Girum y Haile.
Recordamos muchas veces las conversaciones con Ricard que nos aconsejó hacer este viaje y nos relató su experiencia, las palabras de Santi, de IPI, que entre otras cosas nos dijo que esa puerta tarde o temprano los niños acaban abriéndola. Ambos fueron muy prudentes con sus palabras porque un viaje en busca de los orígenes indudablemente es diferente para cada uno y no se sabe cómo va a discurrir, y el discurrir en el tiempo es largo. Queremos ser igual de prudentes, pero es verdad que, a día de hoy, nuestra experiencia es muy positiva, sentimos que este viaje es el inicio de un viaje más largo. Es un viaje de descubrimientos.
Haile y Girum describen el viaje como una experiencia inolvidable y bonita. Inquietante al principio pero en la que luego se fueron todos los miedos. Les ha encantado conocer la cultura, creencias y costumbres de su país de origen. En sus palabras “La gente es muy maja. Este viaje me ha ayudado a conocer un poco más el país del cual vengo y también me ha completado en cierto sentido. Como si ahora conociera una parte de mí mismo que antes no conocía”. Conocer Muketuri, el sitio con el que tantas veces se han asomado a Etiopía fue muy gratificante, se sintieron “como si estuvieran con ellos mismos”. Les ha encantado descubrirlo juntos porque a los dos les parecía fascinante ver cómo el otro descubría todo a la vez que él mismo, les daba sensación de relajación. Ambos dicen que están encantados de haber ido de pequeños porque así no tienen que imaginar ni tener dudas durante su futuro.