Por los estudios actuales sabemos que un elevado porcentaje de niños adoptados con problemas de aprendizaje han sufrido desnutrición en la etapa anterior a la adopción, por lo que es importante que tanto las instituciones educativas como las familias tomen conciencia de ello y no se muestren injustamente punitivos con ellos por no alcanzar los niveles de los cursos en los que han sido escolarizados sin tener en cuenta estas circunstancias.
Hasta ahora, y a pesar de que se han publicado ya varias Guías sobre Adopción y Escuela, el sistema educativo no ha sabido encontrar las estrategias educativas ni tener la flexibilidad necesaria para acoger y entender que estos alumnos necesitan estrategias y herramientas para solventar estos problemas, por lo que habrá que seguir insistiendo en este sentido, sin caer en actitudes reactivas, que lo único que hacen es enconar las relaciones entre la familia y la escuela. Las respuestas reactivas, por otra parte, se suelen quedar en la queja y terminar siendo paralizantes. Por eso proponemos respuestas proactivas, que analicen los hechos, los acepte, y lleve a actuar.
A veces la capacidad de actuación sobre el sistema educativo es muy limitado para las familias, pero es muy importante que tanto éstas, como las escuelas sepan que las dificultades de sus hijos se pueden deber a los efectos de la malnutrición y no necesariamente a una falta de interés, negligencia ante los estudios o el socorrido “es muy vago” o “es muy floja”.
La solución no consiste en insistir una y otra vez en los mismos aprendizajes para los que no disponen de las habilidades cognitivas necesarias, sino en el entrenamiento de dichas habilidades para que lleguen a tener la madurez necesaria para la adquisición de esos conocimientos.
Julio 2013
Cuando un niño o una niña no disponen de las habilidades necesarias para adquirir los conocimientos escolares por las circunstancias que sean, por ejemplo, los efectos de la malnutrición, la tarea consiste en enseñarles a aprender en vez de pretender que aprendan por sí mismos. Hay que tener en cuenta que, mientras sus compañeros de clase estaban siendo bien alimentados y recibían todo tipo de estímulos afectivos y cognitivos, ellos no recibían ni una cosa ni la otra, por lo que difícilmente pueden llegar a obtener los mismos resultados si no se hace un trabajo previo.
En este enseñar a aprender hay que tener en cuenta que la familia no tiene por qué convertirse en profesor de apoyo de sus hijos. Eso ya es tarea de la escuela.
El desarrollo de las habilidades cognitivas que tenga deficitarias se puede hacer también a través de juegos y de las actividades de la vida cotidiana. Si tiene problemas de percepción temporal y le cuesta contar hacia atrás o pasar de decenas o seguir una serie, la clave no está en que repita una y otra vez los mismos ejercicios, sino en trabajar los conceptos de “antes” y “después” en la vida real, planeando distintas actividades, como puedan ser una excursión o una fiesta, evaluando a posteriori los resultados, contando un cuento, reflexionando sobre los personajes o la trama de una película, etc.
Si tiene problemas con la geometría, a través de la papiroflexia se pueden trabajar conceptos como diagonal, mediana, vértice, paralelo, perpendicular, etc. Esta actividad, además, sirve para fortalecer la agilidad mental y desarrollar estrategias para resolver problemas de matemáticas. También es útil para desarrollar la motricidad fina y la coordinación óculo-manual, que son fundamentales para tener una buena letra; sirve igualmente para fortalecer la lateralidad y la percepción espacial, así como la concentración y la atención. También ayuda a fortalecer la autoestima, la creatividad y la capacidad de abstracción.
Pero la cuestión no es comprar un kit de Origami y que el hijo o la hija lo hagan solos, sino usarlo como diversión y esparcimiento para toda la familia, convirtiéndose ésta en mediadora entre lo que los hijos ya saben y lo que necesitan aprender.
Otra forma divertida de mejorar las habilidades deficitarias es a través de lo que se conoce como Gimnasia cerebral. En YouTube se pueden encontrar muchos vídeos sobre esta práctica.
En fin, que frente a las situaciones, la mayoría de las veces estresantes, que suponen para toda la familia las tareas escolares, es importante encontrar otros recursos que sirvan igualmente para el desarrollo de las habilidades cognitivas que tengan deficitarias, pero que en lugar de estrés sirvan desarrollar el gusto por aprender de una forma gratificante, enfatizando sus potencialidades en vez de sus limitaciones. Este tipo de aprendizaje sirve, además, para fortalecer los vínculos familiares.
Margarita Muñiz Aguilar